lunes, 23 de mayo de 2011

Elecciones del 22 de Mayo

Tras las elecciones del veintidós de Mayo España intenta respirar de la catastrófica situación económica del país metiendo la cabeza en un cubo de agua. Es curiosa la dependencia de las elecciones autonómicas y locales de lo que debería ser una elección a nivel nacional. Ahora gobernará un partido político cuyo programa se centra simplemente en los errores de su rival en el poder, y es que el bipartidismo del país es preocupante en cuanto a que no hay solución al problema sino reparto de poder, esto es culpa de la actitud separatista y honorífica del español de a pie. La afiliación a los partidos es abonarse a no pensar, a no hacer lo mejor para el país, a no querer mejorar. Hemos creado un problema histórico del que no sabemos si vamos a poder salir porque nadie está dispuesto a cambiar, a dejarse perder por el rival...

Estamos dando pie a la corrupción política, a darles paso a los políticos y a que sepan que sus acciones tan sólo serán sancionadas durante cuatro u ocho años, tiempo en el que a los opositores les de tiempo a hacerlo mal. La solución pasa por un poder repartido de verdad, por suprimir los privilegios a los políticos y sobretodo por querer cambiar el país y votar según lo que ofrezca uno u otro partido.

El PSOE no ha sabido controlar la crisis, pero España no ha sufrido sólo por falta de iniciativas e ideas, sino por un mal planteamiento de tipo subdesarrollado desde hacía ya muchos años, antes, durante y tras el gobierno de José María Aznar. España había centrado su situación económica en los ámbitos de la construcción y del turismo, los cuales en situación de crisis están destinados a hundirse. En este país han dedicado a aumentar impuestos y reducir sueldos y las empresas se han visto obligadas a reducir plantillas o incluso a desaparecer, provocando el aumento del paro; en cambio, en países como Alemania el gobierno ha invertido dinero en las empresas para que no desaparecieran, de esta f orma no han desaparecido, no ha aumentado el paro y el gobierno a podido seguir recibiendo impuestos y a no pagar el paro. En fin, ha sido un fracaso económico. Ahora todas las ciudades serán gobernadas por el Partido Popular sin hacer méritos locales, sino por el fracaso económico del PSOE en el nivel nacional.

Ahora se ondean banderitas, se escuchan aplausos y se percibe un orgullo de victoria que sólo demuestra lo estúpido que puede llegar a ser el hombre. Nos hemos dejado tropezar dos veces con la misma piedra, enhorabuena, habéis ganado, ahora robaron los otros, tú mientras declara la muerte a tu país. No hay solución si no la quieres. Sin duda, hace falta un cambio, un partido político nuevo y fuerte que suba al poder. Desde aquí quiero hacer una llamada a todo el que quiera cambiar el país para debatir e intentar tomar medidas.